Los jesuitas mexicanos y los derechos humanos



Presentación

Contenido

Participantes


Los jesuitas mexicanos y los derechos humanos

Edgar Cortez Moralez, s.j.



Frente a esa realidad la Iglesia cuestiona seriamente estos regímenes autoritarios y también el sustento ideológico de los mismos que era el concepto de la seguridad nacional y bajo el cual se han justificado desapariciones, torturas e incluso genocidios, hay un compromiso con los Derechos Humanos todavía mas explícito en el documento de Puebla, en él se dice que todo atropello a la dignidad del hombre es atropello al mismo Dios, es un mensaje

Claro, creo que el contexto era importante frente a una situación de una total represión, se puede ratificar en este documento que la Iglesia como institución, asume la defensa de los Derechos Humanos y se hace solidaria también con los hombres y las mujeres quienes propugnan por la defensa de los mismos; vuelve a ratificar como línea de acción la denuncia, la defensa y la educación en Derechos Humanos.

Posteriormente, en 1992, se realiza la Conferencia del Episcopado en Santo Domingo, que reitera que los Derechos Humanos son violados entre otras cosas por las condiciones de extrema pobreza y de estructuras injustas que mantienen permanentemente las grandes desigualdades en nuestras sociedades de los países de América Latina.

Un punto importante es que se le da una gran relevancia a los derechos específicos de algunos colectivos, habla de las violaciones de los Derechos Humanos en general, pero va a insistir en lo que sucede con algunos colectivos, como son los pueblos indígenas, afrodescendientes, las mujeres y los niños, insisten en que allí, en particular en estos sectores, se reconocen las violaciones a los Derechos Humanos.

Asimismo, se menciona que los Derechos Humanos en esta época aparecen como el primero de los nuevos signos de los tiempos y también se invita a que el tema de los Derechos Humanos sea retomado con mayor amplitud y profundidad por la reflexión teológica lo cual es importante.

Existe una construcción, constatación y reiteración progresiva del compromiso de la Iglesia en América Latina sobre el tema de los Derechos Humanos, recientemente, en los últimos años, se crea el documento de la Iglesia en América que el Papa trae a México en 1999, en donde hay otra reflexión, que no es materia de esta conversación porque allí hay una reunión de los obispos que ya no es una Conferencia sino un Sínodo de los obispos de América, y el Papa entrega el documento, pero el tema de los Derechos Humanos sigue siendo insistente y claro, dice que de la dignidad del hombre en cuanto a hijo de Dios, nacen los Derechos Humanos y las obligaciones, por esta razón todo atropello a la dignidad del hombre es atropello al mismo Dios.

El Sínodo insiste en la misma idea que viene desde el documento de las Conferencias que en América Latina: la conciencia de la necesidad de respetar los Derechos Humanos va creciendo en los últimos tiempos, sin embargo queda mucho por hacer y se considera que las violaciones a los derechos de las personas y de los grupos siguen existiendo en el continente de América Latina.

Entonces creo que existe, por un lado, este proceso donde la Iglesia reconoce el tema de los Derechos Humanos, su importancia y que en el fondo las violaciones de los Derechos Humanos dado que atacan la dignidad humana, son un ataque a la imagen de Dios que está concretada en los seres humanos.

Destaco que éste ha sido un proceso construido con el ejemplo de muchos hombres y mujeres cristianos que fueron dando testimonio de práctica concreta en torno al tema de los Derechos Humanos y menciono algunos solamente para hacerlos presentes: el caso de Monseñor Romero, el caso de los jesuitas asesinados en la UCA (Universidad de Centro América), también en Él Salvador, algunos obispos como Don Pedro, obispo del Mato Groso en el Brasil defendiendo los derechos de los indígenas o gente más cercana a nosotros como Don Sergio Méndez Arceo, Don Pepe Llaguno en la Tarahumara o Don Samuel Ruiz recientemente, pero ésta es como la cara más visible de la Iglesia y al mismo tiempo hay pequeños grupos de defensa de Derechos Humanos en las parroquias, en algunas diócesis, llevados adelante por hombres, por mujeres, por laicos, comprometidos en la defensa de los Derechos Humanos, creo que hay un planteamiento en esta construcción de los documentos de la Iglesia a favor de la defensa de los Derechos Humanos, que al mismo tiempo va de la mano con una práctica concreta desde la base, desde las iglesias, desde las parroquias y desde las diferentes diócesis.


Siguiente parte

Página Anterior

Skills

Posted on

February 16, 2015